
Miel flor de Aguacate
Desde tiempos antiguos, culturas como la egipcia la incorporaron a las más diversas actividades de la salud. Desde entonces, el uso de la miel como antibiótico o como alimento medicinal fue tan popular en varios países, que ha llegado incluso hasta nuestro días.
​
Es rica en antioxidantes
Un dato: la miel oscura es mejor. Esto se debe a que concentra mayor cantidad de elementos antioxidantes. Entre ellos se cuentan:
-
Flavonoides.
-
Fenoles.
-
Enzimas.
-
Ácidos orgánicos similares.
Los científicos creen que la mezcla de estos elementos genera los antioxidantes de la miel, que son capaces de reducir el riesgo de ataques al corazón, embolias e incluso algunos tipos de cáncer.
​
Es mejor que el azúcar para los diabéticos. Existen evidencias mixtas respecto al uso de la miel para los diabéticos. Si bien puede ayudar sobre algunos aspectos, como reducir el colesterol malo o los triglicéridos, la miel sigue conteniendo la bastante glucosa como para elevar el azúcar en la sangre.
Pese a esto último, la miel sigue siendo “menos mala” que el azúcar, y su uso, en consumos regulares es más recomendable para los diabéticos.
​
Sus antioxidantes ayudan a bajar la presión arterial. Diferentes estudios realizados en ratas y humanos han demostrado que la miel baja la presión arterial. No obstante, sus resultados al respecto son bastante modestos, y no hay que descuidar otras fuentes de antioxidantes así como el ejercicio realizado de manera regular.
​
Ayuda a reducir el colesterol malo LDL o “malo” es un gran riesgo para el sistema cardíaco. Varios estudios han demostrado resultados significativos al respecto, asegurando que la miel no solo reduce el colesterol malo, sino que aumenta los nivel del colesterol HDL o colesterol bueno.
​
Ayuda a curar quemaduras y lesiones. Una revisión de varios estudios sobre el uso de la miel en casos de quemaduras y lesiones, reveló que la miel puede ayudar a recuperar el tejido en estos casos:
-
Sanar quemaduras y lesiones parciales de la piel, que suelen dejar las cirugías.
-
Tratamientos de úlceras de la diabetes en el pie, incluso en casos serios que pueden llevar a amputación.
-
Recuperación de lesiones en general.
-
Otras lesiones de la piel como hemorroides, herpes o psoriasis.
Las investigaciones sugieren que estos poderes surgen de la mezcla de sus componentes antibacteriales y antiinflamatorios, así como de sus efectos nutritivos en la piel.
